Aquí, en este cuadro, os podemos mostrar una verdadera obra de arte perfectamente enmarcada en el período que estudiamos. Pues pertenece, a uno de los grandes pintores españoles (barroco), conocido por muchos de nosotros y seguramente por Europa; se trata de Francisco Ribalta.
En si, el cuadro proporciona más aprendizajes de los que parece que posee, y nos parece un buen ejemplo para comentar las técnicas que aparecen con más frecuencia en esta época.
Una de las corrientes predominantes en la pintura barroca europea, fue el tenebrismo; que aparece en cualquier obra aunque sea de manera más visible o menos. Esta técnica, la podríamos definir como un juego entre luz y la oscuridad (sombra), que permite al pintor reflejar con mayor claridad la luz que pretende transmitir, pero a la vez ha de utilizar la sombra para poder llevar a cabo su creación. Aunque no nos paremos a pensar, en el mundo de la pintura aparecen amplias gamas de luz y diversas de sombras.
Encontramos también, la técnica del claroscuro, que pretende representar las formas mediante una gradación del juego de luces y sombras. Queda claro que el contraste luz-sombra fue considerada una excelente técnica y de gran resultado. De esta forma podemos contemplar en los cuadros zonas que resaltan más y otras que quedan más apartadas.
En la parte inferior de la derecha, aunque no se vea muy claro aparece una mujer, que al parecer está observando a Cristo y San Bernardo. Seguramente nuestro artista no la quiso destacar para que nos fijáramos bien en las técnicas que os hemos comentado.
En definitiva, aunque el claroscuro y el tenebrismo sean dos técnicas diferentes, no por mucho, las podemos encontrar reflejadas en cantidades de cuadros barrocos de diferentes pintores, que al fin y al cabo reflejan prácticamente lo mismo pero con diferentes expectativas.
1 comentari:
Muy bien.
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