divendres, 2 de gener del 2009

Obra arquitectónica barroca - Nuestro señor en el ático -



A primera vista, cualquiera que no haya visitado este edificio tan maravilloso, lo primero que pensaría es que no tiene nada en especial o que pueda atraer nuestra atención. Pero en realidad, está repleto de curiosidades que llegan a sorprender a muchos, y sirve de modelo para realizar aprendizajes en relación con lo que estamos trabajando.

Si tuviera que explicar toda la historia que tiene el edificio y porque se hizo una reforma tan extraña (des de nuestro punto de vista), no acabaríamos nunca de proporcionaros información sobre el. Por esa razón decidimos puntualizar los detalles más relevantes.
Nos situamos en la Europa del siglo XVII, concretamente en Ámsterdam (Holanda). Las luchas que se llevaron acabo entre católicos y protestantes favorecieron a estos últimos. Unos años antes el Sínodo de Dordrecht fijó los principios de la doctrina calvinista, de este modo se declararon ilegales otras practicas religiosas; entre ellas la católica. Por suerte o desgracia en Ámsterdam ya hay algo de tolerancia religiosa, pero de forma privada. Así, Jan Hartman, un rico comerciante, se hace con el edificio y decide transformarlo en una iglesia católica clandestina.

Dicha la sorpresa del edificio, que seguramente os habrá anonadado, no estaría mal destacar algo sobre el.
Aunque la vista des del exterior no lo aparente, “el edificio” está compuesto por todos los elementos de una iglesia católica; encontramos: la nave para los fieles, el altar mayor, una galería superior, un pequeño coro con un órgano, una pequeña capilla dedicada a la Virgen, un pequeño confesionario, etc…



Bueno, hasta aquí llegamos para finalizar el comentario sobre nuestro querido edificio. Por si os quedáis preocupados por su estabilidad, saber que actualmente esta muy bien conservado y se ha convertido en un museo; aunque haya padecido alguna que otra reforma.

1 comentari:

Francisco Sánchez ha dit...

No se puede admitir que haya tantas faltas de ortografía con una redacción tan fresca y habiendo trabajado tanto para sorprender con este ejercicio. Pasad el corrector, volver a leerlo antes de colgarlo...