dilluns, 17 de novembre del 2008

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Los cabecillas del ejército, los generales, las grandes figuras caballerescas, los modelos a seguir para el populacho, los grandes revolucionarios… todos estos entes se convertían en la voz del pueblo, siendo los guías de los pensamientos de otros, quizás por su mentalidad avanzada, quizás por su habilidad con la espada, quizás por su tiranía, da igual, el caso es que los guerreros escuchaban con gran importancia sus palabras y, los primeros, les impregnaban de valor y euforia, incluso convencían a aquellos más débiles e indecisos para batallar. Por eso es corriente ver, en películas de la época, grandes discursos a caballo frente al ejército, vociferando insondables palabras, inundando el oído de los que posiblemente mueran pocos minutos después.

Esto no tan solo se da en la Edad Media, pero esta, es uno de los periodos más bélicos y caballeresco, por lo que el valor y la presencia de la muerte (que ya asoma varias veces en nuestro blog) son símbolos muy cotidianos.

Decidimos elegir esta escena en que se representa muy bien lo anteriormente descrito :