Desde mi más visión personal, Alatriste se trata de la mejor película española. Esta hazaña ya fue costeada por una gran cantidad de dinero, siendo así, la película española más cara de la historia.
Estirando de un hilo argumental prudente y mágico a la par, nos conduce, a través del capitán Alatriste como personaje principal, por el mundo más realista del barroco.
Como he nombrado, el capitán Alatriste es uno de los personajes que aparecen durante la trama, pero a él se suman otros redondos personajes que hacen, de la ficción, la frescura más viva de la época. Ellos nos adentran a un mundo de conversaciones ostentadas, conllevadas con un porte superficial, pero también, seguidamente, al mundo más pobre en que los fraseos insondables y carraspeados se acrecientan en tabernas.
Los decorados, además, hacen de ese mundo interpretado, algo que aflora de la pantalla para transportarnos al lugar donde se encuentran. Grandes e incontables lugares de Madrid, Flandes, Breda…son los que aparecen.
También aparecen cuadros de Velázquez, aquel “pintor del que dicen que sólo sabe pintar cabezas, pero yo le veo buena traza” tal y como lo describen en la película. Asoma, de esta manera, el cuadro en que resalta ese cántaro, aquella rendición de Breda de la que el propio Alatriste es protagonista...
No podemos olvidar, por supuesto, el vestuario repleto de desbordantes chorreros y alardes, así como harapos, jirones de cuero y sombreros de ala, al más puro estilo mosquetero.
Me encantan los cruces de armas que se pueden ver, no podemos dejar de imaginar ese mundo en que la palabra y el honor se tienen por religión, que la muerte se gana y se pierde, que es un instante, así como lo es la vida y que, el valor, es cosa de espadachines.
Quizás, se haga un poco raro los innumerables saltos en la historia, quizás se encuentren demasiado condensados los seis libros de Alatriste, quizás se pierda algo de fluidez por ello, quizás algunos actores no estén a la altura de representar personajes de la época, quizás Viggo Mortensen, pesé a hacer un grandísimo papel, esté más cerca de parecerse a ese Aragorn de “El Señor de los Anillos” que del veterano huraño que porta “Capitán” como sobrenombre, quizás…
”Quizás” habría miles, pero no cargarían más peso que lo bueno por sacar de este increíble film altamente recomendado a los amantes de una buena historia.